Saturday, May 20, 2017

Sé feliz, sé agradecido.




Vivir un proceso migratorio es pasar por la misma evolución que pasa una mariposa. Nadie daría medio por su oruga, pero un buen día abre sus alas y se convierte en un hermoso ser. Por supuesto, antes ella misma se cuestionará qué hago aquí y se quejará y se volverá a quejar de su desafortunado destino. Lo que no se da cuenta es que este maravilloso proceso es necesario, transitorio y hay un hermoso mundo afuera que le espera. Para esos días en que nos sentimos como la oruga, quiero que pensemos en las miles de razones por las cuales estar agradecido (a).


Hoy, por ejemplo, debo confesar que me daba pesar pensar que mis padres y mi familia están tan lejos. Por ahora es misión imposible verlos más allá del Skype o de la video llamada del WhatsApp. Pensaba como me gustaría mostrarles donde vivo, como poco a poco me voy levantando. Como me gustaría presentarles mis nuevos amigos y hacerlos parte de la vida de mis amigos. Lo confieso, boté mi par de lagrimitas y decidí pensar en cambio: tengo mil razones para estar agradecida, ellos se sacrificaron por mí y mis hermanos para darnos un futuro mejor lejos de un país que aun lucha por su libertad. 

Y en esta lista de agradecimientos, incluyo el haber tenido una segunda oportunidad en la vida. Mientras en Venezuela, los estudiantes luchan por un futuro que les fue robado, Dios y mis padres me dieron la posibilidad de a abrir mis alas a un país de posibilidades. Por supuesto, no ha sido fácil. Así como en Venezuela aquí he estudiado mucho y aun así tuve que dejar los títulos atrás para comenzar de cero. Así como la oruga me he preguntado en algunas ocasiones y de verdad: ¿esto valdrá la pena? Lo que la mayoría de los inmigrantes no vemos es toda la panorámica. Las mariposas que están afuera (otros inmigrantes) también fueron orugas y antes de ser gerentes fueron camareros, amas de llaves, camioneros, operadores de un call centre o vendedores en una tienda. Para mí el antídoto o la llave maestra para los momentos de desaliento ha sido enfocarme en mi meta final. Trazo metas a corto, mediano y largo plazo y trato de visualizar a donde quiero llegar. Poco a poco voy escalando peldaños hacia esa meta final.

Finalmente, en esta lista de agradecimiento quiero incluir a toda la gente maravillosa que nos encontramos en esta travesía como inmigrantes. Tengo la dicha de decir que tengo amigos de todas partes del mundo que me han ensenado muchísimo de sus culturas, tradiciones y comidas. Me han dado su apoyo moral, sabiduría y algunos hasta me han regalado cosas para mi nuevo apartamento. 

Si algo he aprendido en la vida es que ser agradecido es la manera más fácil ser feliz. Cuando se nos apague la luz y nos sintamos como la oruga, recordemos las mil y una razones que tenemos para estar agradecidos. Les aseguro que esta técnica gratis y fácil les levantará el ánimo y poco a poco iremos abriendo nuestras alas como la mariposa.  

Thursday, May 11, 2017

Decálogo para un inmigrante soltero



1. Conócete muy bien. Antes de emigrar haz un trabajo de introspección. ¿Por qué? Porque si no sabes quién eres, no sabrás a donde ir y en consecuencia irás con la persona equivocada. Esta teoría no es mía, por supuesto. Estas sabías palabras se las debo al bestseller psiquiatra Jorge Bucay, quien tuve la oportunidad de entrevistar años atrás. El caso es que desde mi punto de vista un inmigrante soltero debe ir a un lugar que se parezca a él o a ella y que le encante sobre todo si está expuesto a temperaturas extremas. De esto dependerá mucho su éxito. Hago hincapié en inmigrante soltero porque un proceso migratorio le pone el mundo de cabeza a cualquiera, ahora imagina haciéndolo sola o solo. Si te vas sola a un lugar que tu personalidad no se adapte o que no te guste cargarás una novela mexicana en la cabeza. ¡Sí, aquel dramón! La idea es que seas feliz a donde vayas. 

Por supuesto, hay oportunidades que tienes que agarrarlas en el aire. No puedes desperdiciar una beca o una oferta laboral fabulosa en otro país, sin embargo, si tienes el chance de escoger hazlo bien. Escoger bien el país al que vas a emigrar es como escoger bien a tu marido. Debería ser para siempre e insisto la idea es que seas feliz no simplemente escapar de una situación. 

2. Reinvéntate.
Prueba cosas que antes no hayas probado y aprovecha para construir una mejor versión de ti. Antes de mudarme de Venezuela apenas y sabia freír un huevo. Le tenía alergia a la cocina. Hoy en día puedo decir que amo la cocina. Siempre he amado comer bien y visitar restaurantes, pero cuando eres inmigrante no te puedes dar este lujo, así que en mi caso el deseo de comer todo aquello que me encantaba me hizo ponerme los guantes de cocina. Hoy en día me sorprendo de lo que puedo hacer. También he viajado, probado comida de todas partes del mundo y he tratado de abrir mis horizontes. Ahora que eres soltero haz cosas que no puedas hacer cuando estés casado con hijos. Por ejemplo, yo muero por volar en parapente. 

3. A guerrear. Prepárate para hacer lo que sea. Ser inmigrante significa pasar de ser médico a ser vendedor. Pasar de ser periodista a trabajar en un call center. El sacrificio es transitorio. Como diría Carlos Baute "no hay mal que dure 100 años."

4. Pies en la tierra.
Una vez que hayas pasado todo el proceso migratorio y ya seas exitoso no olvides que t
ú también tuviste que pasar por allí y ayuda al que esta todavía en este proceso. Si no lo quieres ayudar, al menos no lo hagas sentir mal. He visto muchos inmigrantes que una vez que se levantan y tienen un buen trabajo tratan a los nuevos inmigrantes de manera despectiva. Las buenas acciones no restan, solo suman.

5. Aprende a ahorrar. Ahorrar no es solo para aburridos tacaños. Ser una persona que sabe manejar su dinero es sexy. Serás más atractivo y alcanzarás metas como comprar un carro, una casa o un apartamento. Si actúas como si estuvieras de vacaciones el dinero se te irá en un abrir y cerrar de ojos.

6. Abre tus alas. Después de hacer un buen presupuesto: viaja. Abre tus horizontes a nuevos paisajes, culturas y perspectivas.

7. Disfruta el presente. Disfruta todo lo que te proporcione la vida. Aleja tu mirada del retrovisor. Conocerás personas maravillosas que estarán en tu vida por un tiempo y otras que llegarán para quedarse: amigos y amores. Llegarán a tu vida por una razón y disfrútalos mientras los tengas.  

8. Disfruta tu soledad.
Estar solo te permite conocerte mejor. Yo he viajado sola a muchos destinos y me he dado cuenta de lo bien que la paso conmigo misma. Esta lección es muy valiosa. Vuélvete a conocer. Vivir en un país extranjero y con una lengua diferente te hará cambiar mucho. Tendrás que volver a pasar por el número 1, pero te aseguro que serás una mejor versión de ti que la que llego a ese país.

9. Surfea las olas. Mudarte solo (a) a otro país implica pasar por una montaña rusa en la que estarás arriba y abajo. Necesitar
ás mucha fortaleza y recordar que esa fue tu decisión. No hay vuelta de hoja, así que a guapear y a fortalecerte.


10. Regla de oro. Tú eres la persona que te va a acompañar por toda tu vida. Así que aprovecha esta segunda oportunidad que te está dando la vida para crear una mejor relación contigo mismo en un nuevo escenario donde t
ú eres el protagonista. Déjale los personajes secundarios a otros. 

Sunday, March 5, 2017

Dale la vuelta a las barreras culturales




¿Cuantas veces no nos hemos atormentado por algo que solo ocurre en nuestras mentes? Esto pasa en cualquier parte del mundo, pero mucho más aun cuando vivimos lejos de nuestros países natales y compartimos con personas de otras culturas. Un comentario que en nuestro país natal pasaría desapercibido resulta que en otro país provoca un holocausto. El tema de las diferencias culturales se presta para muchos malentendidos y tiene mucha tela que cortar. Precisamente de eso me nace hablarles o quizás aconsejarles en un sábado en la noche frente a una copa de vino relajada.

Empecemos por los amigos. Ciertamente el tener amigos de diferentes países es delicioso y te enriquece como persona y culturalmente. Aprendes de sus costumbres, gastronomía, geografía, historia, idioma, etc. Todas esas maravillas de las que yo no prescindiría vienen acompañadas de peleas tontas y sobre todo si hablan el mismo idioma. Por ejemplo, para los mexicanos llamar a un amigo "cabrón" es como en Venezuela decirle "mi pana" sin embargo, esa palabra para nosotros es muy ofensiva. Pues sí, todo depende de la óptica con que se mire y de eso se trata.

Ni hablar de las relaciones de pareja. Tener una pareja de otra cultura es maravilloso. Cuanto se aprende, ves el mundo desde otra perspectiva y hasta desde otra lengua. Si eres latina, probablemente eres espontanea ocurrente y graciosa, pero quizás también desorganizada y emocional. Si tienes como novio a un anglosajón, admiraras su honestidad, capacidad de organización, caballerosidad y cuan trabajador es. Sin embargo, quizás al principio debas adaptarte a prescindir de apodos cursis como: "mi vida, cielo, princesa, reina, corazón" y tengas un problema para expresar sentimientos porque el inglés es muy limitado en cuanto a este tipo de vocabulario. En este sentido digo que esta es toda una experiencia que vale la pena vivir, si funciona fabuloso y sino disfrutaras mucho el tiempo vivido y aprenderás mucho.

Los modales son otro aspecto importante. Por lo cual es importante que a donde fueres haced lo que vieres. Por decir algo, si vas a Asia es normal que las personas hagan ruidos al tomar sopa, pero en occidente eso es casi un pecado. Igualmente, en la India es normal compartir platos y cuando hablo de compartir platos hablo de que cada quien prueba del plato del otro. En este sentido también es importante informarse porque esas personas solo siguen las costumbres que traían de casa y debemos ser más tolerantes.  


En lo particular, tras haber tenido inconvenientes, algunos de importancia y otros que no tanto, en Canadá aprendí a pensar mejor antes de hablar. Nadie quiere crear un holocausto que se traduce en tener discusiones incomodas o incluso rupturas amorosas a consecuencia de un comentario tonto. Nada nos cuesta analizar nuestras palabras antes de expresarnos. Yo soy muy espontánea y esto ha sido una barrera en algunas ocasiones para mí, pero también una oportunidad para crecer y encaminarme a ser una ciudadana del mundo. 




Tuesday, January 10, 2017

¡Hoy es mi mejor día!



Nada como estar presentes. Solo piensa en cuando viajas. Miras y admiras otros paisajes, respiras otros aires y conoces gente nueva. ¿Crees que podrías disfrutar de ese viaje pensando en cada centavo que estas gastando o en la pila de trabajo que te espera al regresar? ¡Para nada! ¿cierto? Cuando viajamos logramos resetear nuestras mentes y las preocupaciones las dejamos en casa. ¿Por qué no hacer lo mismo en nuestra cotidianidad? Apuesto que seriamos más felices. Nos liberaríamos de las penas que causa pensar en el pasado y la ansiedad que nos ocasiona pensar en el futuro. Creo que como inmigrante esta ha sido mi mejor lección para aprender a construir un futuro sin angustias y a mi ritmo. 

¿Imagina que tortura para un inmigrante puede ser pensar en la cómoda casa que dejó atrás o el auto de lujo que vendió para escapar del comunismo o por soñar con una vida mejor? O peor aún, cuestionarse si esos sacrificios valdrán la pena: ¿Podré comprarme una casa tan bonita como la que tenia o volveré a tener un carro como el que tenía? ¡Nadie lo sabe y si no trabajas hoy y no te centras en el vivir en el hoy nunca los volverás a tener! ¡Así que pare de sufrir hermano! Eso es equivalente a ir a una cita con un chico que nos encanta y en lugar de disfrutar la cita pensar, ¿será el hombre de vida o el papá de mis hijos? ¡Oh no! Acto seguido el simpático muchacho sale corriendo y no podemos criticarlo, con esa energía nada fluye.   

Otro buen ejemplo, es cuando estamos trabajando y realizamos nuestras tareas con angustia por temor a perder nuestro empleo. Puedo asegurarte que las ideas no fluirán, mientras que si nos relajamos y disfrutamos lo que estamos haciendo mil ideas creativas vendrán a nuestra mente. A esto añadiría un último ejemplo, cuando esperamos con ansias un paquete de Amazon y no nos separamos de la puerta principal de la casa esperándolo por temor a no escuchar el timbre. Apuesto lo que sea a que puedes pasar tres días allí y en un momento que te relajaste y te olvidaste del asunto, finalmente suena el timbre y llega el anhelado paquete.  


Este corto post está dedicado a los que como yo alguna vez nos hemos preocupado mucho por el futuro o el pasado. Aprendamos a ser más felices y a centrarnos más en el presente porque no hay mejor momento que el día de hoy. No es coincidencia que fluir rima con construir.