Vivir
un proceso migratorio es pasar por la misma evolución que pasa una mariposa.
Nadie daría medio por su oruga, pero un buen día abre sus alas y se convierte
en un hermoso ser. Por supuesto, antes ella misma se cuestionará qué hago aquí
y se quejará y se volverá a quejar de su desafortunado destino. Lo que no se
da cuenta es que este maravilloso proceso es necesario, transitorio y hay un
hermoso mundo afuera que le espera. Para esos días en que nos sentimos como la
oruga, quiero que pensemos en las miles de razones por las cuales estar
agradecido (a).
Hoy,
por ejemplo, debo confesar que me daba pesar pensar que mis padres y mi familia
están tan lejos. Por ahora es misión imposible verlos más allá del Skype o de
la video llamada del WhatsApp. Pensaba como me gustaría mostrarles donde vivo,
como poco a poco me voy levantando. Como me gustaría presentarles mis nuevos
amigos y hacerlos parte de la vida de mis amigos. Lo confieso, boté mi par de
lagrimitas y decidí pensar en cambio: tengo mil razones para estar agradecida,
ellos se sacrificaron por mí y mis hermanos para darnos un futuro mejor lejos
de un país que aun lucha por su libertad.
Y
en esta lista de agradecimientos, incluyo el haber tenido una segunda
oportunidad en la vida. Mientras en Venezuela, los estudiantes luchan por un
futuro que les fue robado, Dios y mis padres me dieron la posibilidad de a
abrir mis alas a un país de posibilidades. Por supuesto, no ha sido fácil. Así
como en Venezuela aquí he estudiado mucho y aun así tuve que dejar los títulos atrás
para comenzar de cero. Así como la oruga me he preguntado en algunas ocasiones
y de verdad: ¿esto valdrá la pena? Lo que la mayoría de los inmigrantes no
vemos es toda la panorámica. Las mariposas que están afuera (otros inmigrantes)
también fueron orugas y antes de ser gerentes fueron camareros, amas de llaves,
camioneros, operadores de un call centre o vendedores en una tienda. Para mí el
antídoto o la llave maestra para los momentos de desaliento ha sido enfocarme en mi meta final. Trazo metas a corto, mediano y largo plazo y trato
de visualizar a donde quiero llegar. Poco a poco voy escalando peldaños hacia
esa meta final.
Finalmente,
en esta lista de agradecimiento quiero incluir a toda la gente maravillosa que
nos encontramos en esta travesía como inmigrantes. Tengo la dicha de decir que
tengo amigos de todas partes del mundo que me han ensenado muchísimo de sus
culturas, tradiciones y comidas. Me han dado su apoyo moral, sabiduría y
algunos hasta me han regalado cosas para mi nuevo apartamento.
Si
algo he aprendido en la vida es que ser agradecido es la manera más fácil ser
feliz. Cuando se nos apague la luz y nos sintamos como la oruga, recordemos las
mil y una razones que tenemos para estar agradecidos. Les aseguro que esta técnica
gratis y fácil les levantará el ánimo y poco a poco iremos abriendo nuestras
alas como la mariposa.
Es maravilloso.... Yo le llamo a ese ejercicio... Contar bendiciones..... cuando estoy desalentada y triste, empiezo a hacer una lista de todas las razones que tengo para estar agradecida... de cada bendicion que Dios ha puesto en mi vida!!! y ahi siempre pasa la nostalgia, la tristesa y la frustracion....
ReplyDeleteSiiii Cris es lo maximo! Tqm
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