Sunday, April 10, 2016

Donde fueres, haz lo que vieres



Años atrás una de mis grandes maestras de vida, me llamó a seguir el viejo proverbio: donde fueres, haz lo que vieres. Hoy más que nunca recuerdo este consejo porque un proceso de inmigración exitoso dependerá de ello. 

Tal como he mencionado en post anteriores emigré a Canadá porque me enamoré de Vancouver. Esta ciudad me cautivó por sus paisajes y la amabilidad de su gente. Me encontré en un lugar que no solo me encantó, sino que además me sentí identificada con la personalidad de su gente. Soy andina y nieta de un militar, en consecuencia nací y crecí en una ciudad en la que el respeto y la educación son normas de convivencia. Por algo han de llamar a Mérida, mi ciudad natal, la ciudad de los caballeros. En lo particular, me gusta seguir reglas y tener amigos de diferentes culturas, lo cual que me ha facilitado adaptarme al estilo de vida de un país poblado por personas de todo el mundo y en el cual respetar las reglas es equivalente a respirar.   

Constantemente mis amigos venezolanos me piden consejos migratorios y siempre les sugiero que se muden a un país donde su cultura se parezca a ellos y  en el cual seguir su estilo de vida no sea una tortura. Por ejemplo, si les gusta Canadá o Estados Unidos, pero solo quieren hablar español, se les dificulta seguir reglas y no les gusta la cultura de los nativos, a mi parecer su brújula no está apuntando en la dirección correcta. 

En cuanto al idioma, hay muchos lugares en el mundo hermosísimos donde se habla español y digo español por decir un ejemplo. El punto es, si te mudas a Alemania y no quieres hablar alemán, ¿por qué elegiste ese país? Es como si un inglés se mudara a Venezuela y no quisiera hablar español. Lo menciono porque aquí en Canadá he estado en salones de clases donde mis compañeros (extranjeros) solo quieren hablar su propio idioma y me frustro porque no entiendo lo que sucede a mí alrededor. En esos momentos pienso "si no quieren hablar inglés ¿por qué se mudaron a Canadá?" Creo que como inmigrantes debemos ser inclusivos y no exclusivos. En mi caso, me fascina aprender idiomas y Canadá ha sido el lugar perfecto para perfeccionar mi inglés y aprender francés. 

Ciertamente hay países como Estados Unidos, donde encontrarás una comunidad latina enorme, sin embargo, no creo que lo más conveniente sea aislarte y no darte la oportunidad de conocer personas que te enriquezcan culturalmente. Por otra parte, el tener amigos nativos te ayudará a adaptarte, a saber adonde ir, adonde no y a aprender a desenvolverte como pez en el agua en ese nuevo país.

Aplaudo de pie el sentirnos orgullosos de nuestros países natales. En mi caso todavía se me salen las lágrimas cuando veo videos de Venezuela, pero creo que es necesario adaptarnos a las costumbres, normas e idioma del país al que emigramos. El adaptarnos a nuestro país anfitrión no quiere decir que perdamos nuestra esencia. Creo que eso es lo que nos hace únicos y genuinos. Por ejemplo, adonde quiera que vayamos los latinos nos distinguiremos por nuestro buen sentido del humor y carisma; los británicos por sus excelentes modales y los japoneses por su ingenio y respetuosa conducta.

Hagamos de este proceso de adaptación una experiencia diferente y divertida. El adaptarnos a un nuevo país pasará por atrevernos a ser más humildes, probar nuevas experiencias, comidas y aprender a disfrutar hasta del invierno. Aquí por ejemplo, aprendí a patinar en hielo y me encantó. Aún trato de aprender qué hacer cuando estamos a -40 C, pero creo que lo descubriré. El éxito de este proceso, dependerá de los ojos con los que lo miremos.