¿Cuantas veces no nos hemos atormentado por algo que solo ocurre en nuestras mentes? Esto pasa en cualquier parte del mundo, pero mucho más aun cuando vivimos lejos de nuestros países natales y compartimos con personas de otras culturas. Un comentario que en nuestro país natal pasaría desapercibido resulta que en otro país provoca un holocausto. El tema de las diferencias culturales se presta para muchos malentendidos y tiene mucha tela que cortar. Precisamente de eso me nace hablarles o quizás aconsejarles en un sábado en la noche frente a una copa de vino relajada.
Empecemos por los amigos. Ciertamente el tener amigos
de diferentes países es delicioso y te enriquece como persona y culturalmente.
Aprendes de sus costumbres, gastronomía, geografía, historia, idioma, etc.
Todas esas maravillas de las que yo no prescindiría vienen acompañadas de
peleas tontas y sobre todo si hablan el mismo idioma. Por ejemplo, para los mexicanos
llamar a un amigo "cabrón" es como en Venezuela decirle "mi
pana" sin embargo, esa palabra para nosotros es muy ofensiva. Pues sí,
todo depende de la óptica con que se mire y de eso se trata.
Ni hablar de las relaciones de pareja. Tener una
pareja de otra cultura es maravilloso. Cuanto se aprende, ves el mundo desde
otra perspectiva y hasta desde otra lengua. Si eres latina, probablemente eres
espontanea ocurrente y graciosa, pero quizás también desorganizada y emocional.
Si tienes como novio a un anglosajón, admiraras su honestidad, capacidad de organización,
caballerosidad y cuan trabajador es. Sin embargo, quizás al principio debas
adaptarte a prescindir de apodos cursis como: "mi vida, cielo, princesa,
reina, corazón" y tengas un problema para expresar sentimientos porque el inglés
es muy limitado en cuanto a este tipo de vocabulario. En este sentido digo que
esta es toda una experiencia que vale la pena vivir, si funciona fabuloso y
sino disfrutaras mucho el tiempo vivido y aprenderás mucho.
Los modales son otro aspecto
importante. Por lo cual es importante que a donde fueres haced lo que vieres. Por
decir algo, si vas a Asia es normal que las personas hagan ruidos al tomar
sopa, pero en occidente eso es casi un pecado. Igualmente, en la India es
normal compartir platos y cuando hablo de compartir platos hablo de que cada
quien prueba del plato del otro. En este sentido también es importante informarse
porque esas personas solo siguen las costumbres que traían de casa y debemos
ser más tolerantes.
En lo particular, tras haber tenido inconvenientes,
algunos de importancia y otros que no tanto, en Canadá aprendí a pensar mejor
antes de hablar. Nadie quiere crear un holocausto que se traduce en tener
discusiones incomodas o incluso rupturas amorosas a consecuencia de un
comentario tonto. Nada nos cuesta analizar nuestras palabras antes de
expresarnos. Yo soy muy espontánea y esto ha sido una barrera en algunas
ocasiones para mí, pero también una oportunidad para crecer y encaminarme a ser
una ciudadana del mundo.