Saturday, April 25, 2020

Top 5 para conseguir empleo durante la pandemia






Mucho se ha hablado de cómo hacer esta cuarentena provechosa. Algunos te recomiendan hacer ejercicio, aprender a cocinar tus platillos favoritos, meditar, leer, etc. Ya seguí estos consejos y me preguntaba cuál podía ser mi aporte a la sociedad en medio de este caos que ha provocado el Covid-19. Llegué a la conclusión de que debido a que muchos han perdido sus empleos, quisiera compartirles mis mejores tips para conseguir un nuevo trabajo ya que llevo tres años trabajando como reclutadora de personal. 

1. Prepara tu currículum vitae. Mucha gente se toma esto a la ligera. El desespero por hallar un nuevo empleo los lleva solicitar empleos con un currículum desactualizado o que realmente no muestra su potencial. ¿El resultado? No consiguen ninguna entrevista de trabajo. Pasan meses y a pesar de ser grandes profesionales siguen desempleados o permanecen en un trabajo que no les gusta. 

Imagina que te estás postulando a una posición como interprete y trabajaste o has trabajado durante años en el área, sin embargo, eso no lo mencionas en ninguna parte. Grave error. Otro obtendrá ese anhelado puesto de trabajo. Por eso te recomiendo incluir en tu curriculum cualquier trabajo o experiencia académica que demuestre que eres un buen candidato para esa posición. Coloca el título de ese trabajo o certificación visible, en negritas preferiblemente y acompáñalo con una breve explicación de las responsabilidades que tuviste a tu cargo. Los reclutadores recibimos cientos de curriculums diarios y no tenemos tiempo de leer un curriculum de cinco páginas que, en la última hoja, en letras pequeñas dice que eres un fabuloso interprete. Tu hoja de vida no debería pasar de dos páginas. 

2. No desestimes tus experiencias laborales. Con esto me refiero a que si eres inmigrante y en tu país eras ingeniero o cualquier otro profesional y en Canadá has trabajado en un Call Center o has tomado una pasantía de un mes en Marketing, no obvies esta información por considerarla irrelevante. Es valiosa, créeme. En países como Canadá, la experiencia laboral en este país es muy valiosa, sea cual sea el trabajo que has realizado o estudios que ha cursado. ¿Por qué? La razón es simple: estas experiencias demuestran que has podido desempeñarte en un ambiente laboral o académico en el idioma oficial y además bajo la cultura corporativa de este país. 

3. Prepárate para la entrevista. Investiga acerca de la empresa para la que te postulaste. Una pregunta común durante cualquier entrevista es: “¿qué sabes de esta compañía?”. Deja muy mal parado al candidato que no sepa nada de la empresa a la que se está postulado. Esto demuestra falta de compromiso desde un principio. Los reclutadores queremos saber que eres un buen recurso para la empresa y que estás realmente interesado en ser parte de ella para que si te contratamos sumes y no restes. 

4. Tomate la entrevista en serio. Puedes ser jovial y natural durante la entrevista, no hay nada malo en ello, pero recuerda que es una entrevista. Escucha las preguntas con atención y responde concisamente lo que se te pregunta. No recomiendo hacerte el chistoso, ser arrogante o interrumpir al entrevistador al principio de la entrevista preguntándole cuánto te van a pagar. Si el reclutador no menciona el salario durante la entrevista, puedes preguntarlo al final. No tiene nada de malo hacer esta pregunta. 

5. Haz preguntas acerca de tus futuras tareas. Cuando el reclutador te diga: ¿tienes alguna pregunta? Te sugiero preguntarle acerca de las tareas que tendrás a tu cargo. Esto demuestra interés y conocimiento en el área. Si no preguntas nada, darás a entender que probablemente no tienes ningún interés en esa posición, careces de conocimiento en el área o que simplemente quieres solventar un problema económico y que tan pronto lo hagas, buscarás otro empleo. 

Finalmente les recomiendo afiliarse a las páginas de búsqueda de empleo más populares, actualicen su perfil de LinkedIn con una foto profesional y dejen su perfil abierto a los reclutadores, probablemente un reclutador está buscando su perfil y ustedes no lo saben. No dejen de buscar. Les deseo mucha suerte. Hallar un trabajo toma tiempo y es un trabajo, pero si lo hacen con dedicación obtendrán buenos resultados. Como siempre les digo: en la zona de confort no se triunfa. 



Monday, February 18, 2019

Celebremos nuestras pequeñas victorias




Tras cuatro años de que vendi mi carro y mi apartamento para así poder costear mis estudios canadienses, finalmente hace casi dos meses me compré mi primer carro en Canadá. No lo podía creer. Me sentía en una nube de felicidad el día que lo saqué de la concesionaria. En un abrir y cerrar de ojos el crudo invierno se hizo más cálido. Dudé mucho en postear fotos. No quería alardear de este logro, más aún cuando en mí país, Venezuela, mis compatriotas viven la peor crisis de nuestra historia.


Siempre pienso en mi familia, en los amigos que dejé atrás y aún viven en Venezuela e incluso en aquellos que desconozco y caminan largas travesías dirigiéndose a otros países, en búsqueda de un mejor futuro. Finalmente llegué a la conclusión de que a pesar de que quisiera hacer más por los míos, debo seguir viviendo y celebrando todo aquello que me he ganado con el sudor de mi trabajo, a veces trabajando de lunes a lunes.


Hoy quiero llamarlos a festejar nuestras pequeñas victorias como inmigrantes. Esas victorias como aprender otro idioma, obtener nuestro primer trabajo, amueblar nuestro primer apartamento, comprar nuestro primer carro o vivienda e incluso ayudar a los que dejamos atrás económicamente. Al principio vemos todo cuesta arriba. En lo particular, cuando llegué a Canadá hace cuatro años me atemorizaba trabajar hablando otro idioma ajeno al mio, hoy en día soy reclutadora de personal y mi herramienta de trabajo es el inglés.


Todos esos logros son el motor que nos mueve a seguir adelante. Siempre lo menciono en mis posts: en la zona de confort no se triunfa. Ese salto de fe llamado inmigración aterroriza, pero a veces las situaciones más difíciles nos elevan a un lugar mucho mejor. Hoy les quiero decir: ánimo que sí se puede y el equipo gana!


También los quiero llamar a ser agradecidos. Así como festejamos nuestras pequeñas victorias, no olvidemos agradecerle a Dios y a todos los que nos han ayudado a alcanzar nuestras metas. Ser agradecidos es la manera más fácil de ser felices. Nos ayuda a concientizar lo que tenemos y a dejar de padecer por aquello que no hayamos alcanzado, ya sea desde el punto de vista material o personal.

Monday, July 16, 2018

El respeto hacia ti y los demás como inmigrante

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¿Quién no ha escuchado aquella frase de que emigrar es saltar al vacío? Si, es popular, super cliché y certera porque ciertamente es un salto de fe. Este salto al vacío a veces suele venir acompañado de una caída vertiginosa. Quizás antes era gerente, famosa o simplemente eras una persona común y corriente con cierto nivel profesional.... Estabas acostumbrada a cierto nivel y a ser tratada de acuerdo a ese nivel. Tocó empezar de cero y pasarte el suiche. Tocó aprender a reaprender. Tocó entender que todos somos iguales y el respeto se gana. Precisamente de eso, del respeto hacia ti mismo y los demás, hoy les quiero hablar.

Cuando recién emigras ves como un panorama lejano el poder despegar. Todo parte de pequeñas victorias: tu primer trabajo, sueldo, obtener la licencia de manejar y quizás estudiar en otro idioma y obtener un nuevo título universitario. Poco a poco te vas ganando el respeto de otros. Entender que quien fuiste quedo atrás requiere de mucha resiliencia y humildad.

En lo particular, mi primer trabajo en Canadá fue como agente bilingüe de un call center, como lo comenté en un post anterior. Durante esas llamadas me gritaban, amenazaban y decían cosas horribles todos los días por cosas tontas como que no recibieron servilletas en el restaurante que visitaron. En Venezuela era periodista de El Nacional y pasarme el suiche no fue fácil. De entrevistar celebridades latinoamericanas ganadoras de Grammys o actores latinos en Hollywood, pasé a escuchar quejas. Sentía que había retrocedido y me sentía tan mal conmigo misma. Es increíble, pero cuando ya tenía casi ocho meses en ese trabajo, el día que entendí que no debía sentirme avergonzada, al contrario, sentirme orgullosa de mi por haber aprendido a reaprender, apareció una nueva oportunidad laboral maravillosa y considerablemente mejor.

Es muy fácil decirlo y difícil ponerlo en la práctica. Quien eras y lo que tenías quedo atrás. Ahora solo quedas tú. Ahora toca construir una mejor versión de ti y sin temor a equivocarme diría que es más fácil construir en lo profesional que en lo personal. Verse al espejo sin títulos, sin posesiones y sin una red de apoyo familiar a tu alrededor (si emigras solo), es un ejercicio sumamente complejo. En este sentido, recomiendo como herramientas que me han servido y no digo que me sirvieron porque después de tres años y medio de haber emigrado sigo construyendo mi nuevo yo, enumero el ejercicio físico y la meditación. Quizás hay cosas que siempre quisiste hacer y nunca la hiciste porque estabas muy ocupada en ser la periodista, el abogado o el ingeniero. Por ejemplo, aprender otro idioma, cómo se prepara tu plato favorito y cómo extender hasta el final de la quincena lo poco que ganas. Si, aprender a ahorrar. 

Hoy, miro con mucho más respeto a quienes ejercen trabajos menores. En países como Canadá o Estados Unidos ocurre que esa señora que limpia en una feria de comida o que te sirve en un restaurante probablemente en su país era abogada. Probablemente esa señora el día mañana sea gerente o simplemente descubrió que se cansó del estrés de ser ejecutiva y se convirtió en maestra de yoga porque en su tiempo libre como inmigrante se dedicó a hacer cursos para hacer lo que siempre quiso hacer. 

Mi consejo personal es que una vez que logres despegar y estés arriba no pierdas el norte. Algunos después que despegan no quieren saber nada de los que van comenzando. Si no los quieres ayudar es una decisión personal, pero no seas quien los menosprecies. Esas personas están librando la misma batalla que quizás tú ya olvidaste porque hace mucho comenzaste este camino como inmigrante. Trata a los otros como quisieras ser tratado. Las buenas acciones nunca restan, siempre suman. 


Sunday, April 1, 2018

Mete los binoculares en la maleta




"Ningún viento es favorable para quien no sabe a dónde va". Esta reflexión del filósofo Seneca creo que es muy oportuna en cualquier circunstancia, pero aún más a la hora de emigrar. Traigo este tema a colación después de haber leído un artículo escrito por el bestseller y motivador Tony Robbins, quien dice que ningún plan puede ser exitoso sin una visión. Tras leer ese artículo, me pregunté si en mi proceso migratorio aún tengo una visión o solo estoy viviendo el día a día.


Esta pregunta muy personal, me llevó a pensar en mis compatriotas venezolanos en el exilio. La analogía vino a mi mente porque con frecuencia leo noticias de venezolanos que emigran sin un plan definido y que cuando les preguntan que harán en el país al que emigrarán, responden con un "allá veré" y las consecuencias han sido terribles, lamentablemente.    


En lo particular emigré a Canadá con metas a corto, mediano y largo plazo. Maduré este plan por 3 años y ¿saben qué? Esos planes o estrategias las he tenido que cambiar mil veces. A pesar de que investigues, lo cual hice y es primordial a la hora de emigrar, en mi caso cuando llegué a mi destino, entendí que mi plan no era perfecto. Cada caso es distinto, lo que funciona para uno quizás no funciona para ti o para mí. Por supuesto, estos casos siempre serán una referencia, pero no son una regla.


¿Un día a la vez?


En cierto punto de mi proceso migratorio pensé que lo mejor era vivir un día a la vez porque mientras yo hacía planes la vida me llevaba por caminos distintos. El vivir un día a la vez me permitió en efecto no desesperarme al no ver resultados inmediatos. Los resultados de este proceso migratorio toman tiempo, sin embargo, si no tienes una visión a largo plazo pierdes la motivación. Lo cual me paso varias veces.

Por ejemplo, mientras eres estudiante en este proceso migratorio: te planteas un primer trabajo o alquilar tu primer apartamento. Eso está muy bien, pero esa no es la visión. En este sentido, si eras ingeniero en tu país y conseguiste un trabajo en una tienda mientras estudiabas y obtenías tu residencia permanente, es excelente. Ahora bien, ¿cuál es la meta final?  Lo ideal es plantearte una visión que justifique todos los sacrificios que estás haciendo ahora. En este sentido Tony Robbins dice que todo plan tiene propósitos y una meta final. Para lograr lo que quieres tendrás que saber lo que deseas con claridad y luego tu cerebro te ayudará a encontrar las maneras. “Claridad es poder” explica Robbins.   


Tendrás que modificar y reditar tu plan migratorio mil veces. No hay nada de malo en ello. No te preocupes, poco a poco todo cobrará sentido y se te abrirán puertas que no esperabas. Irás moldeando el plan y mejorándolo. Ahora te invito a pensar en la ciudad que quisieras vivir de ese país al que emigraste, tu trabajo soñado y analiza qué estás haciendo hoy para lograr este plan.  

Sunday, January 7, 2018

Cambio de piel





Emigrar significa cambiar de piel. Es algo así como renacer como el ave Fénix. Esta teoría me la explicó hace cinco años atrás el psiquiatra venezolano Harry Czechowicz, autor del libro ¿Me quedo o voy? Psiquiatra a quien tuve la oportunidad de entrevistar para El Nacional y quien emigró a Toronto, Canadá y luego decidió regresar a Venezuela. Durante esta entrevista él me comentó, "si yo pudiera sentarme y tener una conversación con el Harry que yo era antes de emigrar quizás tendríamos una gran discusión." Inmediatamente, le pregunté ¿por qué? Me dijo: "porque emigrar implica olvidarte de quien eras, estar dispuesto a trabajar en algo totalmente distinto a lo que dice tu título universitario, reinventarte y eso requiere de mucha resiliencia".   

A casi tres años de haber dejado atrás Venezuela, pienso que Harry no podría haber estado más acertado. Quizás si yo pudiera volver atrás en el tiempo también la antigua María tendría una discusión con la que soy ahora. Soy periodista con maestría en comunicación organizacional de la UCAB y trabajé 9 años en distintos medios de comunicación en Venezuela. Hoy, mi vida profesional no puede ser más distinta a lo que solía ser. En Winnipeg, Canadá hice un postgrado en mercadeo. Cuando terminé mi postgrado juraba que ya tenía todo resuelto y no pasaría trabajo como el común denominador de los inmigrantes debido a mis estudios canadienses. ¡Error! Aquí toca comenzar de cero sin importar tu experiencia profesional o tu educación universitaria. 

Mi postgrado en mercadeo me mantuvo muy ocupada por un año. Estuve muy preocupada por aprender acerca de esta área que es muy distinta a mi profesión, aun cuando trabajemos de la mano. No trabajé mientras estudie porque el programa era full time e implicaba mucha dedicación. ¡Segundo error! En Canadá necesitas experiencia en el país para poder optar a cualquier cargo profesional, sin importar quién eras en tu país. Al terminar mi postgrado apliqué a muchos trabajos profesionales y no me llamaban para ninguna entrevista. Decidí aplicar a un Call Centre como agente bilingüe (Ingles/Español), dije: “bue en algún lugar debo comenzar ¿cierto?”  

El Call Centre fue un gran aprendizaje personal. Por encima de todo me enseñó mucha humildad, además de mejorar considerablemente mi fluidez en inglés. Sin embargo, fueron ocho meses muy duros. No sé cuántas veces me pregunté ¿qué hice? Yo era alguien en mi país y vivía bien. Lloré mil veces en mi escritorio. No quisiera entrar en detalles, pero puedo resumir que este empleo requiere trabajar la paciencia porque todos los días recibes: insultos, gritos, etc. Mas allá de lo malo, quisiera destacar lo que me llevé de este empleo: conocí gente maravillosa, hoy en día valoro enormemente mi nuevo trabajo y el empleo en el Call Centre me dio los puntos necesarios para aplicar a la residencia. 

Desde hace cinco meses trabajo como reclutadora de personal. Nunca pensé trabajar en recursos humanos, pero ¿saben qué? ¡Es hermoso! Mi trabajo consiste en entrevistar y contratar intérpretes y traductores. Contrato todos los días a inmigrantes como yo y me siento feliz de darles trabajo. 

Siempre me definí como periodista, antes que nada. Hoy creo que esta es una parte importante de mí, pero soy mucho más que periodista. Emigrar me ha hecho conocerme más a mí misma y entender que soy capaz de hacer muchas más cosas de las que pensé. Por ejemplo, yo pensé que era nula en la cocina y hasta la ensalada se me quemaba, ¿saben qué? ¡Hoy cocino y delicioso! Anteriormente menospreciaba a las mujeres que iban a los gimnasios y se mantienen fit. Aqui bajé 14 kg y descubrí que ejercitarse es mucho mas que lucir en forma: no solo te sube el autoestima, también te ofrece una paz enorme. En esta lista de cambios puedo sumar que en Venezuela yo solía decir que no escribía una sola letra sin que me pagaran y aquí en Canadá hice voluntariado por un año y lo amé. Somos más de lo que pensamos y por encima de todo más fuertes de lo que pensamos. Inmigrantes no se rindan: sí hay luz al final del túnel, solo que como diría el poeta Antonio Machado: "Caminante, no hay camino, se hace camino al andar".  A lo cual yo añado: En la zona de confort no se triunfa. ¡Animo! 

Saturday, May 20, 2017

Sé feliz, sé agradecido.




Vivir un proceso migratorio es pasar por la misma evolución que pasa una mariposa. Nadie daría medio por su oruga, pero un buen día abre sus alas y se convierte en un hermoso ser. Por supuesto, antes ella misma se cuestionará qué hago aquí y se quejará y se volverá a quejar de su desafortunado destino. Lo que no se da cuenta es que este maravilloso proceso es necesario, transitorio y hay un hermoso mundo afuera que le espera. Para esos días en que nos sentimos como la oruga, quiero que pensemos en las miles de razones por las cuales estar agradecido (a).


Hoy, por ejemplo, debo confesar que me daba pesar pensar que mis padres y mi familia están tan lejos. Por ahora es misión imposible verlos más allá del Skype o de la video llamada del WhatsApp. Pensaba como me gustaría mostrarles donde vivo, como poco a poco me voy levantando. Como me gustaría presentarles mis nuevos amigos y hacerlos parte de la vida de mis amigos. Lo confieso, boté mi par de lagrimitas y decidí pensar en cambio: tengo mil razones para estar agradecida, ellos se sacrificaron por mí y mis hermanos para darnos un futuro mejor lejos de un país que aun lucha por su libertad. 

Y en esta lista de agradecimientos, incluyo el haber tenido una segunda oportunidad en la vida. Mientras en Venezuela, los estudiantes luchan por un futuro que les fue robado, Dios y mis padres me dieron la posibilidad de a abrir mis alas a un país de posibilidades. Por supuesto, no ha sido fácil. Así como en Venezuela aquí he estudiado mucho y aun así tuve que dejar los títulos atrás para comenzar de cero. Así como la oruga me he preguntado en algunas ocasiones y de verdad: ¿esto valdrá la pena? Lo que la mayoría de los inmigrantes no vemos es toda la panorámica. Las mariposas que están afuera (otros inmigrantes) también fueron orugas y antes de ser gerentes fueron camareros, amas de llaves, camioneros, operadores de un call centre o vendedores en una tienda. Para mí el antídoto o la llave maestra para los momentos de desaliento ha sido enfocarme en mi meta final. Trazo metas a corto, mediano y largo plazo y trato de visualizar a donde quiero llegar. Poco a poco voy escalando peldaños hacia esa meta final.

Finalmente, en esta lista de agradecimiento quiero incluir a toda la gente maravillosa que nos encontramos en esta travesía como inmigrantes. Tengo la dicha de decir que tengo amigos de todas partes del mundo que me han ensenado muchísimo de sus culturas, tradiciones y comidas. Me han dado su apoyo moral, sabiduría y algunos hasta me han regalado cosas para mi nuevo apartamento. 

Si algo he aprendido en la vida es que ser agradecido es la manera más fácil ser feliz. Cuando se nos apague la luz y nos sintamos como la oruga, recordemos las mil y una razones que tenemos para estar agradecidos. Les aseguro que esta técnica gratis y fácil les levantará el ánimo y poco a poco iremos abriendo nuestras alas como la mariposa.  

Thursday, May 11, 2017

Decálogo para un inmigrante soltero



1. Conócete muy bien. Antes de emigrar haz un trabajo de introspección. ¿Por qué? Porque si no sabes quién eres, no sabrás a donde ir y en consecuencia irás con la persona equivocada. Esta teoría no es mía, por supuesto. Estas sabías palabras se las debo al bestseller psiquiatra Jorge Bucay, quien tuve la oportunidad de entrevistar años atrás. El caso es que desde mi punto de vista un inmigrante soltero debe ir a un lugar que se parezca a él o a ella y que le encante sobre todo si está expuesto a temperaturas extremas. De esto dependerá mucho su éxito. Hago hincapié en inmigrante soltero porque un proceso migratorio le pone el mundo de cabeza a cualquiera, ahora imagina haciéndolo sola o solo. Si te vas sola a un lugar que tu personalidad no se adapte o que no te guste cargarás una novela mexicana en la cabeza. ¡Sí, aquel dramón! La idea es que seas feliz a donde vayas. 

Por supuesto, hay oportunidades que tienes que agarrarlas en el aire. No puedes desperdiciar una beca o una oferta laboral fabulosa en otro país, sin embargo, si tienes el chance de escoger hazlo bien. Escoger bien el país al que vas a emigrar es como escoger bien a tu marido. Debería ser para siempre e insisto la idea es que seas feliz no simplemente escapar de una situación. 

2. Reinvéntate.
Prueba cosas que antes no hayas probado y aprovecha para construir una mejor versión de ti. Antes de mudarme de Venezuela apenas y sabia freír un huevo. Le tenía alergia a la cocina. Hoy en día puedo decir que amo la cocina. Siempre he amado comer bien y visitar restaurantes, pero cuando eres inmigrante no te puedes dar este lujo, así que en mi caso el deseo de comer todo aquello que me encantaba me hizo ponerme los guantes de cocina. Hoy en día me sorprendo de lo que puedo hacer. También he viajado, probado comida de todas partes del mundo y he tratado de abrir mis horizontes. Ahora que eres soltero haz cosas que no puedas hacer cuando estés casado con hijos. Por ejemplo, yo muero por volar en parapente. 

3. A guerrear. Prepárate para hacer lo que sea. Ser inmigrante significa pasar de ser médico a ser vendedor. Pasar de ser periodista a trabajar en un call center. El sacrificio es transitorio. Como diría Carlos Baute "no hay mal que dure 100 años."

4. Pies en la tierra.
Una vez que hayas pasado todo el proceso migratorio y ya seas exitoso no olvides que t
ú también tuviste que pasar por allí y ayuda al que esta todavía en este proceso. Si no lo quieres ayudar, al menos no lo hagas sentir mal. He visto muchos inmigrantes que una vez que se levantan y tienen un buen trabajo tratan a los nuevos inmigrantes de manera despectiva. Las buenas acciones no restan, solo suman.

5. Aprende a ahorrar. Ahorrar no es solo para aburridos tacaños. Ser una persona que sabe manejar su dinero es sexy. Serás más atractivo y alcanzarás metas como comprar un carro, una casa o un apartamento. Si actúas como si estuvieras de vacaciones el dinero se te irá en un abrir y cerrar de ojos.

6. Abre tus alas. Después de hacer un buen presupuesto: viaja. Abre tus horizontes a nuevos paisajes, culturas y perspectivas.

7. Disfruta el presente. Disfruta todo lo que te proporcione la vida. Aleja tu mirada del retrovisor. Conocerás personas maravillosas que estarán en tu vida por un tiempo y otras que llegarán para quedarse: amigos y amores. Llegarán a tu vida por una razón y disfrútalos mientras los tengas.  

8. Disfruta tu soledad.
Estar solo te permite conocerte mejor. Yo he viajado sola a muchos destinos y me he dado cuenta de lo bien que la paso conmigo misma. Esta lección es muy valiosa. Vuélvete a conocer. Vivir en un país extranjero y con una lengua diferente te hará cambiar mucho. Tendrás que volver a pasar por el número 1, pero te aseguro que serás una mejor versión de ti que la que llego a ese país.

9. Surfea las olas. Mudarte solo (a) a otro país implica pasar por una montaña rusa en la que estarás arriba y abajo. Necesitar
ás mucha fortaleza y recordar que esa fue tu decisión. No hay vuelta de hoja, así que a guapear y a fortalecerte.


10. Regla de oro. Tú eres la persona que te va a acompañar por toda tu vida. Así que aprovecha esta segunda oportunidad que te está dando la vida para crear una mejor relación contigo mismo en un nuevo escenario donde t
ú eres el protagonista. Déjale los personajes secundarios a otros.