Tuesday, September 8, 2015

El dia que conoci a la gordis



Cuando estás lejos de casa hay personas que se convierten en tu familia rápidamente. Eso me ocurrió con Eliana. Ella solo tiene 20 años, sin embargo, a veces es más madura que yo. Tiene chispa, inteligencia y carisma. Eliana es colombiana, bogotana o rola como dicen por allá en la hermana república.

El día que conocí a la gordis, como la llamo cariñosamente porque no es precisamente gordita, conocí a la hermanita que nunca tuve e incluso la hija que aún no tengo. Nos presentaron en pleno invierno. Fue mi primera amiga en Winnipeg. Debo decir que mis compañeros de clases son casi todos asiáticos, son adorables, sin embargo, existe una brecha cultural muy grande. Entonces, cuando conocí a la gordis nos emocionamos tanto al saber que éramos latinas y venezolana y colombiana respectivamente que nos abrazamos y casi lloramos de la felicidad. Sí, somos unas cursis de lo último y no nos da pena admitirlo. 

Eliana fue mi mejor aliada durante el invierno. Creo que mi hermanita putativa le trajo rayitos de sol al invierno y lo hizo más llevadero. Íbamos a todas partes juntas. Peleábamos por cosas tontas como si las arepas son venezolanas o colombianas, pero siempre terminábamos riéndonos de nosotras mismas. También llorábamos juntas cuando extrañábamos nuestros países y nos dábamos mucha fuerza para seguir adelante.  

Eliana se devolvió a Colombia una vez que llegó el verano y aun cuando estamos a miles de kilómetros de distancia siempre estamos en contacto. Mi hermanita sigue siendo unas de esas personas quien me recarga de energía cuando las fuerzas me fallan y por si fuera poco a veces cree más en mi de lo que yo misma lo hago. No, no es su cumpleaños, pero por todas las razones expuestas anteriormente quise dedicarle este post y decirle: Gracias gordita! Te extraño y te quiero mucho hermanita, hija querida.  



No comments:

Post a Comment